Aerotermia con radiadores: eficiencia y ahorro en calefacción
Climatiza tu hogar gracias a la aerotermia con radiadores. Una tecnología innovadora, eficiente, sostenible y compatible con tu instalación actual. El futuro de la climatización viene de la mano de aerotermia
- ¿Qué es la aerotermia con radiadores?
- Ventajas de un sistema de aerotermia con radiadores
- ¿Son compatibles los radiadores que tengo en casa con la aerotermia?
- Radiadores de baja temperatura: ¿son necesarios?
- Diferencia entre aerotermia con radiadores y suelo radiante:
- Mantenimiento de una instalación de aerotermia con radiadores
La aerotermia con radiadores es una solución de calefacción cada vez más popular en España por su eficiencia energética y su respeto al medio ambiente.
Este sistema permite aprovechar la energía del aire exterior para climatizar el hogar de manera eficiente, reduciendo el consumo de energía y los costes en la factura. Los ahorros potenciales en la factura de calefacción al usar aerotermia con radiadores pueden ser significativos, comparados con sistemas de calefacción tradicionales.
¿Qué es la aerotermia con radiadores?
La aerotermia con radiadores es un sistema de calefacción innovador y eficiente que aprovecha la energía contenida en el aire exterior para generar calor. Este sistema combina la aerotermia con radiadores para obtener un sistema de calefacción que reduce el consumo energético y ofrece una opción ecológica y económica a los sistemas clásicos de calefacción.
La aerotermia con radiadores es una alternativa a las calderas tradicionales que dependen de combustibles fósiles y es más barato y menos contaminante para el planeta.
Ventajas de un sistema de aerotermia con radiadores
El sistema de aerotermia con radiadores ofrece varias ventajas, entre ellas:
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Ahorro energético y económico: un sistema de aerotermia con radiadores permite reducir el consumo energético hasta en un 75% frente a los sistemas de calefacción convencionales, lo que se traduce en una menor factura eléctrica y un mayor respeto por el medio ambiente.
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Energía renovable y sostenible: este tipo de sistema aprovecha la energía del aire exterior para climatizar el hogar de manera eficiente, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y contribuyendo a la sostenibilidad.
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Doble funcionalidad: además de proporcionar calefacción en invierno, la aerotermia puede utilizarse en modo refrigeración durante los meses más cálidos, ofreciendo confort en cualquier estación del año.
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Compatibilidad con energías renovables: se puede combinar con paneles solares u otras fuentes de energía limpia para maximizar la eficiencia y reducir aún más el consumo energético.
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Instalación sencilla y adaptable: la implementación de este sistema no requiere grandes modificaciones en la vivienda y su proceso de instalación es rápido, minimizando molestias y costes.
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Mantenimiento reducido: a diferencia de otros sistemas de calefacción, su mantenimiento es mínimo, lo que supone un ahorro adicional a lo largo del tiempo y una mayor vida útil del equipo.

El funcionamiento de la aerotermia con radiadores se basa en los principios de la termodinámica. La bomba de calor, situada en el exterior de la vivienda, capta la energía del aire exterior y la transforma en calor para la calefacción. La energía se transporta hasta los radiadores, a través de un circuito con líquido refrigerante. Los radiadores distribuyen el calor por todo el interior de la vivienda, asegurando un ambiente cálido y confortable.
La aerotermia con radiadores puede funcionar tanto en modo calefacción como en modo refrigeración, lo que la hace ideal para climas con temperaturas extremas.
¿Son compatibles los radiadores que tengo en casa con la aerotermia?
Uno de los aspectos clave al considerar la instalación de aerotermia con radiadores es la compatibilidad de estos con las bombas de calor. La aerotermia funciona de manera más eficiente a bajas temperaturas, por lo que es fundamental evaluar si los radiadores existentes en la vivienda pueden operar en este rango térmico. Sin embargo, la aerotermia de alta temperatura es necesaria para que los radiadores convencionales funcionen eficientemente.
Si bien los radiadores tradicionales están diseñados para temperaturas de trabajo más altas (entre 70 y 80 °C), aún pueden utilizarse con aerotermia mediante algunas adaptaciones:

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Aumentar la superficie de los radiadores: un radiador más grande o con más elementos permite una mejor disipación del calor, compensando la menor temperatura de trabajo.
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Optimizar el sistema de distribución del calor: asegurar una correcta regulación del caudal y el equilibrio térmico en toda la instalación mejora el rendimiento de los radiadores tradicionales.
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Utilizar ventiladores de apoyo: existen dispositivos como los radiadores con ventilación forzada, que ayudan a mejorar la eficiencia sin necesidad de sustituir completamente los radiadores antiguos.
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Aislamiento de la vivienda: una mejor eficiencia térmica del hogar permite que los radiadores existentes trabajen de manera más eficaz.
Si bien la mejor opción para la aerotermia son los radiadores de baja temperatura, estos métodos pueden ayudar a reutilizar los radiadores tradicionales y mejorar su rendimiento en combinación con una bomba de calor.
Radiadores de baja temperatura: ¿son necesarios?
Los radiadores de baja temperatura no son obligatorios para instalar aerotermia, pero sí altamente recomendables. Estos radiadores permiten aprovechar mejor la energía generada por la bomba de calor, logrando un equilibrio entre confort y consumo energético. En comparación, los radiadores que requieren alta temperatura, generalmente entre 70 y 80 ºC, son menos eficientes y tienen un mayor consumo energético.
¿Qué son los radiadores de baja temperatura?
Los radiadores de baja temperatura son dispositivos diseñados para operar con agua caliente a temperaturas más bajas que los radiadores tradicionales, generalmente entre 35 y 50 °C. Esto los hace ideales para sistemas de aerotermia, ya que optimizan la eficiencia del sistema y garantizan un rendimiento térmico adecuado sin necesidad de generar temperaturas muy altas. En comparación, los radiadores que requieren alta temperatura, generalmente entre 70 y 80 ºC, consumen más energía y son menos eficientes.

Tipos de radiadores de baja temperatura
Existen distintos tipos de radiadores de baja temperatura, cada uno con características específicas que los hacen más adecuados para diferentes necesidades:
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Radiadores de aluminio: son ligeros, resistentes a la corrosión y tienen una alta conductividad térmica, lo que les permite calentar rápidamente el ambiente.
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Radiadores de acero: suelen ser más duraderos y tienen una buena inercia térmica, manteniendo el calor durante más tiempo incluso después de apagarse.
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Radiadores de fundición: aunque son más pesados y tardan más en calentarse, retienen el calor durante más tiempo y son ideales para climas fríos.
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Radiadores con ventilación forzada: incorporan pequeños ventiladores que aceleran la difusión del calor en la estancia, lo que los hace aún más eficientes en combinación con la aerotermia.
Los radiadores de baja temperatura son más eficientes en comparación con los radiadores que requieren alta temperatura, ya que estos últimos necesitan temperaturas de agua más altas, generalmente entre 70 y 80 ºC, para funcionar eficientemente.
Cada tipo tiene sus ventajas dependiendo de las necesidades específicas del hogar y el nivel de eficiencia energética que se quiera alcanzar.
Si bien la inversión inicial en radiadores de baja temperatura puede ser mayor, el ahorro energético a largo plazo lo compensa.
Diferencia entre aerotermia con radiadores y con suelo radiante
Ambos sistemas de calefacción con aerotermia ofrecen ventajas importantes, pero existen diferencias clave que pueden influir en la elección de uno u otro. Es crucial contar con instalaciones adecuadas para garantizar la eficiencia energética de los sistemas.
Los precios de instalación pueden variar según el tipo de radiadores y las características de la vivienda, lo que puede influir en la decisión final. Si quiere recibir presupuestos para instalar aerotermia en tu casa o negocio, puedes rellenar el formulario de aerotermia.es, y las mejores empresas en tu zona se pondrán en contacto contigo para hacerte la mejor oferta.
Aerotermia con radiadores

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Instalación rápida y adaptable: se puede implementar en viviendas existentes sin necesidad de hacer grandes reformas. Es crucial contar con instalaciones adecuadas para garantizar la eficiencia energética de los sistemas de aerotermia con radiadores.
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Mayor consumo energético: al requerir temperaturas de agua más altas en comparación con el suelo radiante, el rendimiento puede ser ligeramente inferior.
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Requiere radiadores adecuados: para un funcionamiento óptimo, se recomienda el uso de radiadores de baja temperatura o aumentar el tamaño de los existentes.
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Coste de instalación moderado: suele ser más asequible que el suelo radiante, ya que no implica obras invasivas. Los precios de instalación pueden variar según el tipo de radiadores y las características de la vivienda.
Aerotermia con suelo radiante

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Máxima eficiencia energética: funciona con temperaturas de impulsión más bajas (30-40 °C), lo que reduce el consumo eléctrico. Es crucial contar con instalaciones adecuadas para garantizar la eficiencia energética de estos sistemas.
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Distribución homogénea del calor: evita puntos fríos o calientes en la vivienda, proporcionando un confort térmico uniforme.
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Instalación más costosa y compleja: requiere una reforma integral del suelo, lo que la hace ideal para obra nueva o grandes reformas. Los precios de instalación pueden variar según el tipo de radiadores y las características de la vivienda.
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Mayor inercia térmica: tarda más en calentarse y enfriarse, lo que puede ser una ventaja o una desventaja según el uso deseado.
La elección entre aerotermia con radiadores o suelo radiante dependerá del presupuesto, la estructura de la vivienda y las necesidades del usuario. Es crucial contar con instalaciones adecuadas para garantizar la eficiencia energética de los sistemas.
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Si se busca una solución eficiente con una instalación rápida y menos costosa, la aerotermia con radiadores puede ser la mejor opción.
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Si se dispone de mayor presupuesto y se prioriza el confort térmico y el ahorro energético a largo plazo, la aerotermia con suelo radiante es la alternativa ideal.
Antes de decantarte por una u otra opción, considera todos los factores que hemos visto anteriormente.
Los precios de instalación pueden variar según el tipo de radiadores y las características de la vivienda, por lo que es importante considerar todos los factores antes de tomar una decisión.
Mantenimiento de una instalación de aerotermia con radiadores
El mantenimiento adecuado incluye:
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Revisión de la bomba de calor: ss recomendable una inspección anual para comprobar el estado del refrigerante, la presión del sistema y el funcionamiento del compresor.
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Purgado de radiadores: es importante eliminar el aire acumulado en el sistema para garantizar un rendimiento óptimo y evitar ruidos o pérdida de eficiencia.
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Limpieza de filtros e intercambiadores de calor: mantener limpios estos elementos mejora la circulación del aire y la eficiencia del sistema.
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Comprobación del sistema eléctrico: revisar conexiones y ajustes del termostato para optimizar el consumo energético.

Un mantenimiento regular, preferiblemente realizado por instaladores calificados, garantiza una mayor durabilidad del sistema y una eficiencia óptima, prolongando la vida útil de la instalación.
Además, la aerotermia contribuye al cuidado del medio ambiente al ser más respetuosa y al no producir emisiones contaminantes.
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